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miércoles, 11 de diciembre de 2019

Regalo divino, Destino y Vida.


REGALO DIVINO.

Se calcula mediante la suma de las dos últimas cifras del año de nacimiento. (p.e. 29-12-1978. Año 78 = 7+8=15=1+5=6).

El factor del regalo divino señala que el significado que tenga cada número es la cualidad espiritual que nos ha sido dada en esta vida como un recurso, como una virtud que tenemos ahora y que quizás no tuvimos en las anteriores existencias. Es algo en que podemos confiar, es la base de nuestra fuerza. Es un regalo, es una bendición divina.

Es la energía celestial y sublime que está con nosotros desde que nacemos hasta que morimos. Es la energía que contiene la fuerza de la experiencia espiritual. Nos llena, nos nutre, nos guía, nos orienta, es como hemos dicho, la energía celestial que está a nuestro servicio y de la cual nos tenemos que servir en todos los momentos de nuestra vida. Tenemos todo el derecho y la obligación de beneficiarnos y de utilizarla.

El regalo divino es uno de los dos pilares que nos ayudan y nos dan soporte en nuestro proceso de evolución espiritual. La cuestión del regalo divino, es que se ha de aceptar el hecho de que se tiene y usarlo. No es nada que esté dormido, ni nada que permanezca latente, es un hecho real e importante.

En la medida en que se acepte este regalo, iremos sintonizando con nuestra alma, esto es lo que realmente hará que podamos estar en paz en cualquier momento. Por lo tanto volvemos a repetir: Aceptemos lo que tengamos como regalo y lo reconozcamos para usarlo rectamente, en beneficio nuestro y de los demás.

El regalo divino es un regalo, es una bendición. Es una cosa única, especial, pero como todo aquello que se recibe, hace falta compartirlo. Es de la única manera que este Regalo se manifiesta. Si se guarda únicamente para uno mismo, no servirá absolutamente para nada. Se ha de aceptar aquello que se tiene y usarlo. Usándolo se abre la vía para que esta cualidad fluya a través del ser.

DESTINO.

Se calcula mediante la suma de las cifras del año de nacimiento. (p.e. 29-12-1978. Año 1978 = 1+9+7+8=25=2+5=7)

El factor del destino representa lo que hemos hecho en vidas pasadas, lo que hemos trabajado en otras vidas. Puede ser positivo, puede ser negativo o más bien son ambas cosas. A veces existe una tendencia, o una cualidad o un talento que tenemos muy marcado y que mostramos frecuentemente y con facilidad. Esto quiere decir, que ya lo hemos trabajado a lo largo de vidas pasadas y seguramente que en más de dos o de cuatro. Estas cualidades, por lo tanto, ya se han desarrollado y nos las hemos ganado con sangre, sudor y lágrimas. Pero si lo hemos llevado con nosotros ahora, es porque aún está en nuestro proceso de evolución, por eso se han de trabajar con un esfuerzo constante y muy consciente para poderlas utilizar. Y será mediante la constancia en la práctica espiritual que se podrá mantener la continuidad del desarrollo de estas cualidades.

Por lo tanto, si se hace este esfuerzo y usamos las particularidades del número que tengamos en el Destino, nos darnos cuenta de que tenemos una cierta facilidad en manifestarlas, fluirán de una manera natural a través nuestro, porque ya hemos dicho que las hemos vivido, que nuestra alma ya las conoce. Y si se han de trabajar muy conscientemente, es para dejarlo listo y no tener que continuar formando parte en la rueda de las reencarnaciones. Ir pagando las facturas que tenemos pendientes.

Cuando se sabe cual es el número que tenemos en el factor del destino y los aspectos positivos que lo determinan y se está seguro que lo podemos poner en práctica con facilidad y podemos confiar en ello, seguro que nos será de una ayuda valiosísima para acelerar y perfeccionar nuestra evolución.

El factor del Destino también se define como la manera en que los demás nos ven en el trato y en nuestras actitudes.

El destino es el segundo pilar que nos ayudará y nos apoyará en nuestro proceso de evolución espiritual.

VIDA.

Se calcula mediante la suma de las cifras de la fecha de nacimiento. (p.e. 29-12-1978 = 2+9+1+2+1+9+7+8 = 39 = 3+9 = 12 = 1+2 = 3)

El factor de la vida representa aquello que se ha de trabajar, aquello que se ha de profundizar y experimentar en esta vida para conseguir nuestra plenitud espiritual

Este es el factor de la realización, toda vez que la vida es realización. Lo que tenemos que conseguir en esta vida es encontrarnos realizados y la verdadera realización se experimenta cuando podemos sentirnos divinos.

A medida que vamos trabajando el equilibrio de los factores Alma y Karma y utilizamos el don del Regalo Divino y los conocimientos del Destino, y los vamos profundizando y perfeccionando, es cuando evolucionamos interiormente y exteriormente, y vamos capacitándolos para tener la posibilidad de realizar el factor de la Vida.

De hecho hemos venido a esta vida para manifestar, para cumplir y perfeccionar el sentido del número que se tenga en el factor de la Vida. En los momentos que nos damos cuanta que dominamos este número sentiremos que realmente estamos haciendo con precisión lo que tenemos que hacer como si fuéramos el eje que nos une con el cosmos. Es en este momento cuando entendemos el sentido de haber venido al plano terrestre.

Cada uno de los diez Gurus Sikhs dominó una de las cualidades que representan los diez números que integran esta numerología. Estas cualidades fueron los ejemplos de sus vidas. Podríamos fijarnos en estas cualidades y usarlas como piedra de toque para conseguir nuestra meta en esta vida, para alcanzar el nivel o el grado de evolución en el camino que hemos de seguir aquí y ahora.

Ya hemos explicado que hay cinco estadios o niveles de consciencia en el proceso de evolución espiritual, denominados PADS y también hemos dicho que cuando estamos en el cuarto nivel (SEJEJ PAD) es cuando podemos decir que estamos en los últimos peldaños. Es cuando habremos perdido el miedo, cuando podremos empezar a realizarnos.

Cuando hayamos dominado el cuerpo espiritual representado por el número que nos determina en el factor de la Vida, nuestra divinidad empezará a radiar y a dar su fruto en el proceso espiritual.

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